Pocos pensarían que Wild Arms llegaría a su décimo aniversario luego de un inicio exitoso en la veterana Playstation y una entrega más bien regular en PS2 que tuvo lugar no hace mucho tiempo, ahora con motivo de esta celebración nos ofrecen esta quinta entrega.

Dean y Rebeca son sus principales protagonistas, unos “cazadores” que viven en la búsqueda del Golem, un curioso artefacto que en otrora fue utilizado por una civilización antigua pero prácticamente fue abandonado quedando tan solo unos rezagos.

La antigua cultura solo dejó algunos vestigios y producto de ello ha quedado una civilización propia al antiguo oeste pero con ciertos elementos avanzados y algunos entornos mágicos; este curioso híbrido dará cuenta de la ambientación en Wild Arms 5.

En la búsqueda del Golem nuestros amigos se encontrarán con Avril Vent Fleur, una chica que aparece en el interior del Golem y nos llevará a una aventura sin par con numerosas dosis de humor y algún que otro apunte político que nos invitará a la reflexión (ojo con algunas cosas de las que se dicen pues envuelven una indudable crítica social)

Wild Arms 5 le sigue apostando a un estilo más propio a la generación de 128 bits que a sus entregas en PSX, es así como veremos un RPG que si bien se configura en combates por turnos le apuesta a una estructura muy particular donde sus protagonistas se desplazan en “siete hexágonos”.

Más allá de los momentos de combate este juego se desarrolla a través de una extensa aventura con algunos puzzles sencillos y mucho sentido del humor que nos irá atrapando conforme pasan los minutos; realmente ha mejorado el balance que nos dejó la anterior entrega (que tampoco fue tan mala como algunos medios llegaron a plantear)

Probablemente es en este aspecto donde más en deuda quedan ya que hay limitaciones que por momentos nos harán pensar que estamos con un juego más propio a Nintendo 64 que a la consola de Sony y aunque no es un juego “feo” tampoco llegará a lucir.

Para empezar los escenarios no tienen una mayor profundidad, con solo avanzar algunos pasos veremos como la pantalla se torna negra y comienza un nuevo tiempo de carga que si bien no es largo evidencia la limitación en este aspecto.

Aparte de lo anterior la cámara no nos viene a colaborar sino que en más de una ocasión nos deja en inminente peligro al quedar frente a un abismo, claro que cuando nuestro personaje cae a un obstáculo simplemente lo devuelve a la plataforma anterior, pero no deja de ser un efecto molesto al no poder controlarlo.

El diseño de los personajes es bastante divertido, sus rostros cuentan con un buen nivel de expresión aunque denotan un aspecto muy infantil que no compagina con la profundidad argumental en algunos de sus momentos.

Los escenarios tampoco ofrecen mayores objetos para interactuar más allá de algunos puzzles que se resuelven de manera muy similar a lo que hacíamos con Zelda en Nintendo 64 (de ahí la comparación); es bonito pero no supone ninguna sorpresa a estas alturas.

En cuanto a la manera como se desplaza resulta interesante ver como podemos saltar y romper algunos objetos con unos movimientos del pad; un recurso más propio los Action RPG y que resulta refrescante en un juego por turnos.

Wild Arms 4 se desarrolla al mejor estilo RPG de combate por turnos, no obstante ofrece algo muy particular al meternos en una ambientación donde las acciones se desarrollan sobre siete hexágonos donde nos debemos desplazar para llevar a cabo los ataques.

Cada celdilla tiene un color especial que además servirá para potenciar algunas de nuestras habilidades así que más allá de ser un recurso de desplazamiento nos permitirá incorporar aspectos tácticos y estratégicos en el juego.

Nuestros personajes comienzan con un bajo nivel que ira aumentando luego de las primeras partidas, algo muy típico en los RPG que tiende a hacer algo “aburridos” los primeros niveles mientras conseguimos un nivel aceptable para enfrentar las batallas más decisivas.

Poco a poco iremos descubriendo las verdaderas habilidades de nuestros personajes (vamos, que el título Wild arms no es en vano) aunque evidentemente al principio extrañaremos no contar con un mayor poder para hacer frente a los rivales que cada vez resultan más intimidantes.

Hay varios aspectos en los que este título respira un sabor “clásico” uno de ellos tiene que ver con los polémicos combates aleatorios, un recurso que en los más recientes RPG había sido cuestionado y más bien se tendía a ofrecer la posibilidad de elegir el combate.

Aparte de los combates tendremos que ir resolviendo puzzles en los recorridos, la mayoría son absolutamente sencillos y se articulan con simples movimientos de salto (con el botón círculo) y con feroces deslizamientos (botón cuadrado) que nos ayudarán a romper algunos bloques que limitan el acceso a algunos lugares.

El otro interés en wild arms 5 radica en su particular argumento, hay muchos elementos que llevan una polémicas a cual más de interesantes, aunque pasada la mitad del juego este empieza a decaer un poco, de todos modos hay situaciones que bien vale la pena meditar en una sociedad que quedo repleta de paradojas morales al conservar elementos de una cultura floreciente que quedo en entredicho y solo conserva los golem como vestigio de su extraña existencia.

Wild Arms 5 mejora ostensiblemente lo presentado en la precuela, especialmente en el terreno argumental así como en la estrategia de los combates, algo que se hizo de extrañar.

Su nueva ambientación recupera en buena parte lo visto en las primeras entregas en PSX, claro que en contravía el apartado gráfico también parece haberse quedado anquilosado en el tiempo (y vale la pena recordar que el apartado gráfico en las entregas de PSX tampoco era como para lanzar cohetes).

Su particular sentido del humor y los elementos jugables resultan muy agradables, además es un nuevo RPG exclusivo para la consola de Sony que ratifica (una vez más) que en este género PS2 reinó y de lejos por encima de las demás plataformas (ya veremos si PS3 logra hacerse con este valioso legado).

No obstante los cambios introducidos lo hacen un buen título pero suponer que mejora las exitosas primeras entregas en PSX resultaría algo bastante exigente para un título que no necesariamente llega a ser revolucionario; en los siguientes párrafos revisaremos las principales características de este juego.