Dimos un rodeo por la ciudad en busca de heridos y ayudamos a los más graves. Los celestes nos sonreían y aceptaban la ayuda muy agradecidos, buenos como solo ellos son. Y, de pronto, entre tanta bondad, hostilidad pura y total. Dos humanos. Aquellos dos humanos.
-Anda, mira si es el unicornio negro
Henry me miró y los miró extrañado
-¿Los conoces?
-Si, son...unos amigos míos-dije sonriendo
Me acerqué a ellos.
-Vaya, tenéis unas heridas muy feas, ¿os han pillado los sheks?-dije con falsa amabilidad
-Ni que supieras lo que es un shek-musitó uno delos dos hombres
Le cogí del cuello de la camiseta y le dije:
-He servido y he luchado con sheks, he convivido con ellos y tengo amigos que son sheks, así que cierra tu estúpida boca y deja de chulear de lo que no puedes.
Le solté y volví al lado de Henry
-Espero que vuestras heridas sanen pronto
El otro hombre que había observado al escena muy callado dijo:
-Y que las vuestras también, por lo que veo os han alcanzado. ¿Vuestra destreza no os ha salvado?
Por mi cabeza pasó una idea fugaz, pero Henry contestó por mí.
-Si no cierras tu enorme boca te arrepnetirás de que los sheks no te hayan matado.
Seguimos el camnio con una sonrisa.
-¿Crees que Aileen ya habrá hablado con Kirtash?
-Supongo...Espero que haya sido cosa suya lo de parar a los sheks
-¿por que?-preguntó Henry
-Porque sino...significa que una gran querra va a estallar y un gran peligro se avecina sobre nosotros. Mejor alejarse de Celestia, no me gustaría arrastrar a un montón de celestes inocentes con nosotros.

Sali al balcon, pensativo y me quede mirando el cielo de nueva york, era una noche clara, no habia ni una nube en el cielo, pero hoy habia luna nueva, era una noche oscura, me gire y me quede mirando a aileen
-Esperare, quiero investigar una cosa antes de lanzarme a la accion...- dije mirandola fijamente
-Investigar el que?- me pregunto ella
-A Ziessel... quiero ver si puedo convencerla... o acabar con ella sin que se enteren que fuy yo...- me quede mirandola fijamente -tu haz lo que desees, aunque creo que ahora mismo alice y henry te necesitaran... ese dragon es demasiado impulsivo... no es que quiera salvarle, me preocupaba por alice...- me miro de una forma burlona -mucho tiempo conviviendo con ella y haberla ayudado une mucho...- dicho esto volvi a mirar al cielo y me quede sumido en mis pensamientos

(ayer coji la direccion, que la tenia guardada en el pc de pablo y x fin vuelvo al rol :_D)

Llegué a la casa de Shail y Zaisei poco antes que Alice, que se había entretenido por el camino. Leí la nota de Aileen con rapidez y una oleada de rabia me recorrió de arriba a abajo.
-Henry, ¿Que ocurre?-preguntó Alice cuando llegó y me vio allí en medio de la sala temblando de rabia.
Rompí la nota en mil pedazos.
-Nada, absolutamente nada.
-¿Y esa cara?
-Simplemente duele.
-¿Aun te duelen las heridas de la batalla contra los sheks? Vaya, que flojo.
-No-negué-Duele que un amigo no confíe en tí
-¿A qué te refieres?
-Aileen... se ha ido. A buscar a Ziessel.
Le expliqué con pocas palabras lo que decía la carta.
-¿Que nos ordena que no vayamos?-Alice rió y su risa sonó muy amarga- Yo sólo cumplo ordenes de quien yo decido. Y no creo haberle dicho que mandaba sobre mi vida.
-No sería propio de un dragón acatar las órdenes de un shek, no crees?
Pero ninguno de los dos sabía como abrir la puerta y ninguno de los dos pudimos encontrar una solución para lograr ir a la Tierra.
-Henry...¿Porque somos tan inútiles?
-Habla por ti
-Tu tampoco puedes hacer un portal
-¿Para qué querría saber?
-Para salvar a tu amiga
-¿Sabes que? Al fin y al cabo es un shek, no?
-¿Como puedes ser tan mezquino?
-Entiéndeme, es un oido ancestral
-No era yo la que estaba al borde del llanto al leer la nota
-Y si tanto la quieres, ¿La que tendría que estar tan preocupada no tendrías que ser tu?
-A lo mejor es que me duele el corazón, pero no tengo la necesidad de expresarlo
-Eso es imposible-dije irónico- Tú no tienes corazón
Alice me miró y su mirada me atravesó. Si me hubiesen roto el esqueleto en aquel mismo instante me hubiese dolido menos.
-Está bien, Henry, ya veo que esto no lleva a ninguna parte. Creo que ha llegado el momento de decir adiós. Yo voy a ir a rescatar a Aileen, si nos cruzamos antes de que ella vuelva, ten cuidado, porque te mataré.
Hablaba en serio y yo asentí. Mejor hablar con ella cuando Aileen hubiese vuelto.

Estaba furiosa, muy furiosa.
- Henry, estoy deseando que te cruces en mi camino -susurré cuando ya estaba lejos de él- Así podría despedazarte a gusto.
Empecé a reflexionar sobre qué podía hacer para ir con Aileen.
-Podría pedírselo a Shail... o buscar a cualquier otro mago para que lo haga. Sino podría esperar a Kirtash, pero si lo espero me van a dar las uvas.
Me senté bajo un árbol, a la sombra.
- Y una vez en Limbhad...Me iré hacia Japón.
Miré el cielo azul, tan inmenso e infinito que me hizo sentir insignificante.
-¿Como voy a salvarla? ¿Yo sola? No soy ninguna heroina de cuento, ni nada por el estilo. Kirtash es fuerte, shek y Ziessel tiene debilidad por él, así que sería el candidato perfecto para ir a salvarla, yo sería solo una molestia o una carga...
En cuanto pensé esto, me di un cabezazo contra el árbol.
-¿Pero qué dices, Alice? Vamos, siempre he tenido confianza en mí misma, siempre he mirado al resto por encima del hombro, soy el único unicornio negro de Idhún, y por mis amigos siemrpe he luchado hasta el final o más allá. ¿Qué me pasa ahora?
Una voz interior me contestó, en un susurro apenas audible.
- Ahora estás sola -dijo con malicia y voz escalofriante.
Sonreí ante esa idea.
-Sí, estoy sola... Ya está decicido, iré a por Aileen, aunque muera en el intento.
Me puse de pie y me dirigí a casa de Shail, rezaba por que él pudiese hacerme aquel gran favor, sino tendría que utilizar métodos poco agradables.

Me sentía torpe y estúpida, solo había conseguido que me capturasen también, que aprecía ser lo que Ziessel quería.
Apenas noté la ondulación en el aire, estaba demasiado ocupada insultándome mentalmente como para percatarme de que otro idiota acababa de entrar en la sala, siendo capturado casi al instante. Levanté la vista, la clavé en su cuello y lo fulminé con la mirada.
-Dragón inútil, si no estubiese atada te maatría con mis propias manos.
Los ojos de Ziessel brillaron por un momento y yo me giré, suplicante.
-Por favor, déjame matarlo. Suéltame, después voloveré a mis ataduras, epro déjame matarle.
-No -cortó Ziessel- Lo necesito
Suspiré resignada, mientras Aileen hablaba con él.
-Tsk, ¿Por qué no ncaí shek? Todo hubiese sido más fácil -murmuré enfadada- Así ahora no estaría aquí, sino en otro lugar, libre y podría ahber luchado contra los dragones y aniquilar algunos.
Henry me mató con la mirada y yo le sonreí con todo el cinismo que pude y más.
- Kirtash...-dijo Ziessel
-¿Si?
- Gracias
Antes de que él pudiese preguntar nada más, varios sehks se lanzaron contra él con los colmillos por delante, pero siemrpe pensando bien su proximo movimiento. Fue una lucha corta pero intensa, desde el principio sabíamos que Kirtash llevaba las de perder.
- Ahora que ya os tengo aquí... vamos a comenzar, ¿no os parece?
-¿Por qué? ¿Por qué nos estás haciendo esto? -preguntó Henry
Sonreí con sarcasmo.
-Tú eres un dragón, Aileen y Kirtash son parejita, así que ella se siente mal porque está loca por Kirtash, y yo... no sé, supongo que completo el pack. Además, somos un híbrido de dragón, de unicornio, un hibrido de shek de nacimiento y el más poderoso de los híbridos de shek, nuestro poder le sirve aunque aun no sé para qué-dije cortante
-Vaya, aprendes rápido -se burló la shek- Pero no lo suficiente
-Dinos qué vas a hacer y listo. ¿Quieres someter a la Tierra? ¿A Idhún?
-Has tenido un buen maestro, Aileen. Por fin, Idhún estará bajo mis ordenes y será tierra de sheks.
-¿Y por qué no nos matas? Es lo que quieres, ¿no?
-No, Henry -dijo Kirtash, comprendiendo- Lo que ella va a hacer va más allá, mucho más allá.